Un estudio sugiere que el ejercicio
podría ayudar a mitigar este efecto
Por Amanda Gardner
Reportero de Healthday
(FUENTES: Scott Small, M.D., associate
professor, neurology, Sergievsky Center and Taub Institute for
Research on Alzheimer's Disease and the Aging Brain, Columbia
University Medical Center, New York City; Bryan Freilich, Psy.D.,
clinical neuropsychologist, Montefiore Medical Center, and assistant
professor, psychiatry and behavioral sciences, Albert Einstein
College of Medicine, New York City; Mark Mapstone, Ph.D., associate
professor, neurology, University of Rochester Medical Center,
Rochester, N.Y.; December 2008 Annals of Neurology)
MARTES, 30 de diciembre (HealthDay News/Dr.
Tango) -- Científicos han desenmascarado lo que aparenta ser un
mecanismo importante que contribuye al declive cognitivo relacionado
con la edad.
Afortunadamente, es un mecanismo sensible al
cambio: el aumento de los niveles de glucosa en sangre, lo que
significa que el ejercicio podría ser el antídoto.
Investigadores informan en la edición de
diciembre de Annals of Neurology que el aumento del azúcar en
sangre, una parte normal del envejecimiento, afecta una parte del
hipocampo, una parte del cerebro que es crítica para la memoria y el
aprendizaje.
"Lo que sugiere que cualquier cosa que mejore
la regulación del azúcar en sangre puede convertirse en una forma
potencial de mejorar el declive de la memoria relacionado con la
edad", dijo el autor principal del estudio Dr. Scott Small, profesor
asociado de neurología del Instituto Taub para la Investigación de
la Enfermedad de Alzheimer y del Envejecimiento Cerebral del Centro
Médico de la Universidad de Columbia en la ciudad de Nueva York.
Los hallazgos pueden ayudar también a explicar
por qué las personas que hacen ejercicio no tienen tantos problemas
cognitivos a medida que envejecen: El ejercicio ayuda a estabilizar
los niveles de glucosa en sangre.
"Habíamos demostrado anteriormente que el
ejercicio físico fortalece una parte del cerebro involucrada con el
envejecimiento, pero en ese entonces, no sabíamos por qué el
ejercicio físico tenía este beneficio selectivo", dijo Small. "Ahora
tenemos un posible mecanismo. Creemos que los individuos que hacen
ejercicio tienen un mejor manejo de la glucosa".
Es bien sabido que el daño del hipocampo es
evidente con la enfermedad de Alzheimer, y algunos han sugerido que
esta región del cerebro también está afectada por el envejecimiento
normal.
Los investigadores utilizaron imágenes por
resonancia magnética (IRM) para registrar el funcionamiento del
hipocampo en 240 personas sanas mayores (una media de edad de casi
80 años). Sesenta de los participantes tenían diabetes tipo 2,
mientras que 74 habían sufrido "infartos" cerebrales, con daño en el
tejido del cerebro. La diabetes y los infartos estaban relacionados
con áreas independientes del hipocampo, lo que indica que en cada
trastorno actúan mecanismos diferentes.
Los hallazgos se confirmaron en pruebas de
animales.
"El trabajo identificó una etiología [causa]
para el declive normal de la memoria relacionado con la edad",
explicó Small. "Las elevaciones de los niveles del azúcar en sangre
se dirigen de forma diferente a la parte de la circunvolución
dentada del hipocampo implicada en la edad y, a medida que
envejecemos, desarrollamos una ligera dificultad que empeora
gradualmente para manejar los niveles de azúcar en sangre".
Esa dificultad coincide con el inicio de la
pérdida de la función cognitiva, agregó Small.
"En mi opinión, esta es una hipótesis
interesante que necesita ser estudiada, ya que el ejercicio ayuda a
mejorar el funcionamiento cognitivo a través de ese mecanismo, pero
creo que también hay otros mecanismos", dijo Bryan Freilich,
neuropsicólogo clínico del Centro Médico Montefiore de la ciudad de
Nueva York.
Mark Mapstone, profesor asociado de neurología
del Centro Médico de la Universidad de Rochester en Nueva York,
dijo: "Si se replican y confirman estos hallazgos, creo que las
implicaciones podrían ser muy importantes, específicamente, que
mantener niveles óptimos de azúcar en sangre a lo largo del
envejecimiento es una forma factible de ralentizar o prevenir el
declive cognitivo. Este estudio va mucho más allá de la diabetes al
evaluar a personas no diabéticas. La implicación es uniforme si no
tiene una afección clínica de la diabetes, cuando aún se puede hacer
algo con respecto al envejecimiento cognitivo".
http://healthfinder.gov
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