Los suplementos nutricionales con proteína de
suero de leche podrían evitar la destrucción de la masa muscular en el
envejecimiento
A los 80 años de edad una persona sedentaria puede haber perdido entre
un 30% y un 40% de la masa muscular que tenía a los 30 años. Con esta
disminución se pierde fuerza, movilidad y aumenta el riesgo de sufrir
caídas y fracturas óseas. Debido a los cambios en la composición
corporal y al descenso en la actividad física, las personas mayores
deben adaptar su alimentación, y para compensar la pérdida de masa
muscular es necesario asegurar un aporte adecuado de proteínas de
calidad a través de la dieta.
* Autor: Por ELENA PIÑEIRO
* Fecha de publicación: 11 de diciembre de 2008
La ingestión de proteína de suero podría dar lugar a una sustancial
acumulación de proteínas en el músculo de las personas mayores, debido a
mecanismos anabólicos (de formación de proteínas musculares) que van más
allá de los que se asocian a los aminoácidos (componentes de la
proteína) administrados por separado, según un estudio publicado
recientemente en el "Nutrition Research". Los investigadores hablan de
que este hallazgo podría tener implicaciones prácticas en la formulación
de suplementos dietéticos que estimularían la formación de masa muscular
en los ancianos. No obstante, otros centros de investigación atribuyen
mayor efectividad a las dietas ricas en alimentos proteicos.
La proteína de suero, una posible ayuda
En el estudio se ha puesto de manifiesto cómo la proteína de suero de
leche puede ayudar a la formación de músculo en los mayores. Los efectos
anabólicos comprobados van más allá de los observados en estudios
anteriores, en los que se administraban aminoácidos constituyentes de
esta misma proteína, pero por separado.
Los participantes de la investigación, con una edad media de 65,7 años,
recibieron un bolo alimenticio que contenía 15 gramos de proteína de
suero, otros recibieron un bolo con 6,72 gramos de aminoácidos
esenciales, y un tercer grupo, 7,57 gramos de aminoácidos no esenciales,
es decir, aquellos componentes más simples de las proteínas que el
cuerpo puede obtener por sí mismo y no es estrictamente necesario
ingerir a través de la dieta.
Tras la ingesta se midió la acumulación de proteína muscular en cada
grupo, utilizando como referencia el balance de fenilalanina (un
aminoácido esencial) en el músculo esquelético de la pierna. Sus
resultados han sido concluyentes ya que ha observado que la acumulación
de proteína muscular es mayor tras la ingestión de la proteína del suero
de leche en comparación con sus propios constituyentes por separado.
Además la respuesta de insulina que se observa es mayor después de la
ingesta de suero de leche.
La insulina es una de las hormonas anabólicas por excelencia y ayuda en
la formación de proteínas en las células musculares. La implicación
práctica, según los investigadores, pasa por la fabricación de
suplementos nutricionales con proteína de suero para mejorar la calidad
de vida de las personas mayores.
Sarcopenia:
los músculos pierden fuerza
Existen claras y notables diferencias entre la forma y la composición
corporal de un organismo joven y de uno anciano. Los cambios están
influenciados por factores genéticos y ambientales. La edad, la
situación fisiológica o patológica, el consumo de ciertos fármacos, el
tipo de alimentación y la práctica de ejercicio son también otros de los
factores que determinan el paso hacia la vejez.
La sarcopenia es el deterioro que se produce sobre la fuerza y la masa
muscular y que se asocia con el proceso de envejecimiento y con la
reducción en la práctica de actividad física habitual. La pérdida de
fuerza y capacidad de los músculos puede ser un agravante en la falta de
autonomía de los mayores, además incrementa el riesgo de caídas y la
susceptibilidad de enfermar. A esto se suma que aumenta el riesgo de
resistencia a la insulina, de perder masa ósea, de reducir la capacidad
cardiovascular y de empeorar la postura, entre otras.
Aunque no se puede atribuir la sarcopenia a una sola causa, se sabe que
una ingesta insuficiente puede ser un factor clave que contribuye a este
deterioro muscular. Una alimentación insuficiente de la proteína
necesaria en el anciano puede aumentar el catabolismo (la destrucción de
proteínas y de masa muscular) y acelerar el riesgo de desnutrición.
Entre los 20 y los 30 años de edad se tienen los valores más elevados de
número de fibras musculares y de grosor del músculo, valores que
comienzan a disminuir a partir de esta última década.
Esta disminución suele ser ligera aunque significativa entre los 30 y
los 50 años (cercana a un 10%). Sin embargo, a partir de los 50 años la
caída en la proporción de la masa muscular es mucho más pronunciada y se
acompaña de un aumento de la grasa intramuscular. No obstante, la máxima
expresión de esta pérdida en la composición corporal se da en los
mayores de 75 años.
EL PAPEL DE LOS ALIMENTOS PROTEICOS
Esta problemática ha llevado a numerosas investigaciones a analizar a
fondo el papel de la dieta en el mantenimiento de la masa muscular. Así,
desde el Departments of Surgery and Physical Therapy and Internal
Medicine de la Universidad de Texas se hace la reflexión de que se
necesita más investigación sobre cómo la edad influye en la formación de
masa muscular tras la ingesta de diferentes tipos de proteína dietética,
tanto en personas adultas como en ancianas.
Los investigadores han indagado en la producción de músculo por el
organismo tras la ingestión de 113,4 gramos de carne de ternera, rica en
proteínas de alto valor biológico. Los resultados señalan que hay claras
ventajas en cuanto a la formación de músculo se refiere en comparación
con la obtenida a partir de suplementos de proteína o de sus
aminoácidos.
Esta conclusión, sin embargo, se contradice a la de otra investigación
reciente publicada también en "Nutrition Research" sobre la mayor
capacidad anabólica de las proteínas de suero de leche. Aunque las
perspectivas de los suplementos dietéticos con suero de leche son
positivas, se necesita indagar más a fondo para determinar qué es más
efectivo sobre el desarrollo y mantenimiento muscular, si el consumo de
alimentos proteicos (carnes, pescados, huevos, lácteos y derivados de
estos alimentos), de suplementos específicos de proteínas o de
aminoácidos concretos.
PROTEÍNA DE SUERO DE LECHE
La proteína de suero de leche se obtiene de la elaboración artesanal del
queso. Este producto se ha utilizado durante años en la alimentación
animal y se utiliza en la actualidad para el enriquecimiento de
alimentos y como suplemento dietético para deportes de fuerza. Desde el
punto de vista de tecnología alimentaria, la proteína de suero de leche
es utilizada por la industria porque confiere propiedades técnicas a
ciertos productos alimenticios. Por ejemplo los alimentos horneados que
contienen proteína de suero de leche mantienen su frescura durante más
tiempo.
http://www.consumer.es/
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